El buen lector

Eres un buen lector si…

Hoy vamos a hablar de los lectores. Ya dije en otra ocasión que los escritores tenemos nuestras cosas, sí. Además, somos grandes pecadores. ¿Recuerdas el artículo de los pecados capitales de los escritores?

Pero hoy, me centro en los lectores. Cómo es un buen lector si es que se puede clasificar en bueno, malo o regular desde el punto de vista de una escritora. Partiendo de la base de que todo lector no es que sea bueno, sino que es superior desde el mismo momento en el que toma un libro entre sus manos y decide dedicar su tiempo al trabajo del escritor.

He lanzado la pregunta a varios escritores emprendedores, es decir, aquellos que empiezan desde cero y para los que la literatura no es un trabajo nutricional y las opiniones son de lo más diversas. Sin embargo, de todas he extraído un elemento común: el valor de un libro es relativo hasta para aquellas personas que escriben.

Ciertamente, nos encontramos en una etapa difícil y casi sin remedio nos estamos adentrando, si es que no estamos ya dentro, en una de las crisis económicas más grandes. Y esto afecta a los libros y a todo, claro.

Pero, para mí, los libros son especiales. La literatura no solo es mi trabajo y lo que estudié, la literatura es mi pasión. Quizá por ello, el respeto hacia los libros y los escritores es casi sagrado. En verdad, como lo es cualquier oficio. Todos son respetables y eso pasa por valorar el resultado de un esfuerzo.

Antes que escritora (persona que escribe, aunque no viva de las letras), soy lectora. Por eso, he reflexionado esta semana sobre la figura del lector después de ver las bonitas y cuidadas cuentas de varios bookstagrammers.

Te gusta leer. Eres un apasionado de las letras y presumes de ello. En tus redes sociales, tus fotos favoritas son aquellas en las que aparece tu preciosa biblioteca en la que los libros ocupan las baldas ordenados por colores, pero ¿eres un buen lector?

Vamos a comprobar desde el punto de vista de una lectora-escritora cómo es un buen lector.

Como lectora y escritora, considero que el lector ideal o buen lector cumple con estos requisitos en general.

Lee todo. Le encanta leer. Leer por leer, porque es una necesidad, pese a que cada uno tiene sus gustos y preferencias.

Recomienda. Si un libro le gusta y consigue atraparlo, hablará de él a sus amigos, familia, compañeros de trabajo e incluso en las redes sociales. No hace falta contar con un canal de YouTube dedicado a reseñar libros para poder hacer un guiño a ese escritor que te ha hecho pasar tan buenos ratos con lo que ha escrito.

Sigue a los lectores que lee. Las redes sociales no solo se han inventado para que influencers se hagan de oro recomendando productos o mostrando ropa de determinadas marcas. En realidad, estas personas son admirables, son trileros del S.XXI que viven del vacile. Por ejemplo, recomiendan productos adelgazantes que no consumen casi seguro, te muestran ropa que o no puedes comprar por sus precios o no te quedará igual de bien ni de coña, pero lo consiguen. Tú vas y compras. De verdad, son admirables y hasta envidiables, si quieres.

Bien, el buen lector también sigue a escritores, porque aunque no vivimos de nuestras redes, existimos y muchas veces aportamos información interesante. Hay cuentas de escritores que merecen mucho la pena. Te doy unos ejemplos:

Simplemente MJ. Todas las aportaciones de María José son de valor, además sus cuentas están muy cuidadas tanto en estética como en contenido.

David Generoso. Si eres amante del relato corto, tienes que seguir a David. En sus cuentas no falta jamás el humor y eso, con la que nos está cayendo, siempre es de agradecer.

Mavi Pastor. Es una escritora que promueve la lectura entre los más pequeños. Sus juegos siempre son interesantes y aportan valor.

Santiago García Clairac Su cuenta es arte. Merece la pena seguirla siempre.

En Instagram me encanta Pilar Navarro Colorado porque sus fotos son inspiradoras y preciosas. Todas hechas por ella, lo que demuestra que el arte corre por sus venas.

También a Celia Arias porque su cuenta es un claro ejemplo de estética, de concisión y además útil siempre.  

Regala libros. Para el buen lector de verdad, un libro es un regalo a la altura de cualquier otro. Una joya a precio de saldo. Que sí, que son ¿caros? Claro, depende de con qué los compares. Pero cuando tienes una afición, te cuesta.

Quizá no ahora, pero ¿de verdad no sales de cañas todos o casi todos los fines de semana? ¿No vas al cine? ¿no compras ropa? ¿no viajas? ¿no vas al gimnasio?  Si te gusta correr y haces maratones, ¿no te compras ropa o zapatillas de runner?

Insisto, no estoy diciendo que haya que comprar todos los libros.

Que sí, que estamos en crisis, que hay quien no puede permitírselo. No digo que haya que comprar todos los libros que se quieran leer, sobre todo, cuando hablamos de lectores devora libros. Ya hemos dicho que existen las bibliotecas, también los amigos e incluso plataformas para acceder a todos los libros por una suscripción. Pero todos hacemos regalos en los cumpleaños o en Navidad, al menos yo no conozco a nadie que no lo haga. Claro que esto es como las meigas y haberlos haylos.

Si un buen lector disfruta con un libro, lo tiene como una buena opción de regalo para aquella persona que sabe que le gustaría.

No presta libros. Noooo, por favor, el escritor tiene hijos y casa, esto es, necesita llevar comida a la mesa y pagar su hipoteca como todos. Su trabajo es igual de importante que el de otra persona. Por eso, con la venta de un libro no se sustenta. Si, además, nos hacemos regalos con bastante frecuencia, tengamos en cuenta la literatura. Esa que tanto te gusta, que te hace pasar tan buenos momentos y que te hace viajar sin moverte del sofá.

En este punto, sale la escritora que llevo dentro. Lo sé. Volvemos a la excusa de antes, la economía. Cuidado, que hay gente pasando hambre hoy en España es una realidad, otra mucha llega escasamente a final de mes y la lectura, desde mi punto de vista es un bien al que todos debemos tener acceso. Las bibliotecas son un lugar encantador que además hacen un bien social incalculable, tanto para lectores como para escritores. Soy la primera en acudir a ellas.

Ahora bien, para un lector medio, que sigue trabajando, leyendo y comprando, siento decir que no entiendo el “trapicheo” de libros. Que sí, que entiendo que si lees un libro que te gusta, se lo pases a tu madre o a tu hermana, quizá a tu mejor amiga. Pero si de verdad te ha gustado, lo compras en algún momento para hacer un regalo.

No estoy hablando de no compartir, cuidado. Es positivo y bonito, pero de ahí a que te digan “si los escritores tuvieran que vivir de los libros que yo compro” pues va un trecho que dice el otro. Fundamentalmente, va el respeto hacia el trabajo del prójimo.

Si algo valoro de las personas es la coherencia. No puedes pedir para ti lo que no das a los demás. Por ejemplo, ahora está muy de moda entre los escritores el crowdfunding para publicar libros. María José lo explica aquí de maravilla y además el suyo ha sido un caso de éxito total.

Como ves, muchos escritores necesitan de ayuda para poder materializar una novela. Para ello, buscan mecenas. De ahí, que haya que ser coherente y consecuente: lo que pido para mí, lo quiero también para los demás.

El libro es su mejor amigo. Los libros dan sin pedir nada a cambio. Aportan de manera desinteresada, te hacen compañía en las largas noches de insomnio. Gracias a ellos el tiempo pasa rápido y de la manera más entretenida. Te acompañan a donde tú quieras. Y una vez leídos, decoran tu biblioteca.

Me gustaría añadir la opinión de una persona que escribe, corrige y hace informes de lectura. Dice “un buen lector subraya SUS libros, los manosea, y sí, los mancha de café y los deja olvidados en piscinas y autobuses. Un buen lector tiene, por lo general, más carnés de biblioteca que tarjetas de crédito y compra en librerías locales. Un buen lector cambia sus gustos como cambian las hojas en otoño; está lleno de manías, pero si es realmente buen lector, va a hablarte de un libro que te pueda resonar a ti, independientemente de si a él le ha gustado”.

Evidentemente todo esto que te cuento es solo una opinión, la manera de plasmar por escrito una forma de pensar, que es muy debatible; sin embargo, creo que es importante poner de relieve en este momento que nos ha tocado vivir. Por ejemplo, hay muchas librerías que están cerrando o lo van a hacer en breve, como consecuencia, muchos libreros se quedan sin trabajo y son personas que comen cada día como tú o como yo.

Como te decía, solo es una reflexión en voz alta. Por supuesto, estoy eternamente agradecida a todos los lectores, en especial a aquellos que nunca me fallan y siempre están ahí pendiente de lo que escribo.

Sin lectores no existirían los escritores, ni los editores, ni los libreros, ni maquetadores e ilustradores, quizá tampoco los correctores. Por tanto, el mundo sería todavía peor sin historias que nos hicieran vivir aventuras que nos ayudasen a evadirnos de la realidad.

¿Cuál es tu opinión? ¿Crees que eres un buen lector? Cuéntame qué te falta para serlo y qué añadirías.

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