El origen del carnaval
Todos conocemos el carnaval, muchos lo celebran, pero ¿sabemos de dónde viene? No te preocupes que hoy te cuento el origen del carnaval.
Te voy a hacer una confesión: no me gusta disfrazarme. Qué quieres que te diga, no soy muy amiga de los disfraces. Por tanto, el carnaval no es una fiesta que me apasione. Eso sí, para celebrar una fiesta voy la primera. ¿A ti te gusta?
Desde un punto de vista católico, sabemos que el carnaval es ese periodo que precede a la cuaresma. Se trata de una fiesta popular en la que predominan los excesos, el bullicio, los bailes y mascaradas con la finalidad de despedirnos de todo ello durante la cuaresma, tiempo de recogimiento. Más tarde volveremos a esto.
Porque en este blog nos gusta saber, conocer, ir al germen de cada acontecimiento. ¿No es así?
Pues vamos al lío. Hoy descubriremos el origen del carnaval.
Como casi siempre, versiones hay varias, pero todas coinciden en que se trata de una fiesta pagana y antigua que tiene lugar en invierno, que está relacionada con la cosecha y en la que se permite todo tipo de excesos.
¿Cómo de antiguo es esto del carnaval?
Te sorprenderás, porque las primeras manifestaciones sobre esta fiesta tienen unos cinco mil años. Tanto los sumerios como los egipcios contaban con una celebración similar durante el invierno. Mientras la población sumeria tenía como objetivo expulsar a los malos espíritus de la cosecha, los egipcios veneraban al dios Apis, el de la fertilidad y los ritos funerarios.
Bien, esta costumbre se fue quedando en las posteriores culturas y civilizaciones, de modo que los griegos veneraban al dios Dionisio y los romanos a Baco, en definitiva al mismo. Estos llevaron la tradición al extremo con sus famosas bacanales donde todo era exuberancia: vino, comida y sexo.
Y es con los romanos donde aparecen ya muchas fuentes que relacionan el carnaval con la Saturnalia, banquete que precedía a la Navidad y de la que ya te hablé en este otro artículo.
Es en este momento cuando empieza a tener valor o relevancia el tema del disfraz.
¿Por qué era importante el disfraz?
La palabra disfraz proviene del verbo disfrazar que es desfigurar la forma natural de alguien o algo para que no sea conocido.
Es entendible que si participas en ciertos saraos donde se permiten determinadas licencias, quieras ocultar tu identidad de alguna manera.
Vamos, que no quieres avergonzarte cuando los efectos de los excesos se hayan desvanecido. Aunque hoy contamos con la otra cara de la moneda, la b, esa en la que una gran parte del mundo publica cada paso que da por muy vergonzoso que sea.
Es el momento de regresar al comienzo de este artículo, porque te voy a contar de dónde viene la palabra carnaval que tan relacionada está con la tradición católica de la que hemos empezado hablando.
Carnaval viene del italiano carnevale y este del latín carnem levare que significa quitar carne o, para darle un toque más poético y que resulte menos pedestre (así decía mi profesor de latín que eran mis traducciones), lo podemos interpretar como despedirse de la carne.
De ahí que el carnaval conserve esa reminiscencia romana de laxitud en cuanto a los excesos carnales entendidos en todas sus acepciones, para entrar preparados a la cuaresma cuando se realizan ayunos y se renuncia a la carne en los dos sentidos.
Y este es el origen del carnaval. Ya puedes salir y disfrutar con o sin disfraz.
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Siempre es una delicia leerte! Gracias por la información tan interesante del Carnaval!
Gracias a ti, Paola, por tus palabras y por leerme.
Un abrazo.