Infierno en El Escorial

Infierno en El Escorial

Terminamos junio y también curso con una leyenda, de esas que tanto te gustan. Hoy te quiero hablar de la puerta al infierno en El Escorial.

Sabes que Felipe II fue el responsable de la construcción del monasterio de El Escorial y es muy probable, es más, casi con total certeza, podemos afirmar que esta leyenda sobre el ocultismo le llegó. De ahí que el lugar elegido para levantar su templo salomónico no fuera fortuito.

Veamos por qué. Quédate sólo unos minutos que te cuento la historia brevemente. Recuerda que puedes escucharla también en YouTube, Spotify o en cualquier plataforma de podcast.

Este monarca no sólo era un apasionado de la arquitectura, sino también le interesaba y mucho el mundo esotérico. Algo que intentaba ocultar o, al menos, esconder. Se sabe que en su biblioteca privada conservó muchos títulos referidos a este tema.

A priori, resulta llamativo que un rey ferviente defensor del catolicismo jugara con artes ocultistas censuradas por la Iglesia. Sin embargo, supo alternar ambas posturas intrigado siempre por el conocimiento. De hecho, su biblioteca personal fue una de las más numerosas e interesantes tanto por la variedad como por la cantidad de volúmenes que atesoró durante su reinado. Consiguió salvar de la censura eclesiástica todos los títulos relativos al ocultismo, brujería o magia.

Felipe II se sintió seducido ante la promesa de riqueza fácil y el poder medicinal que ofrecían estas prácticas. De ser cierto, la idea de aprovechar esas posibilidades resultaba atractiva. Es así como se creó un laboratorio bajo una de las torres de El Escorial con los mejores medios para los alquimistas.

En la última parte de su reinado, su interés por el ocultismo era tal que se reunía con el llamado Círculo Esotérico de El Escorial en el que participaban alquimistas, astrólogos y hermetistas.

Las dos finalidades principales del monarca con la construcción de este monasterio eran, por un lado, conmemorar la batalla de San Quintín y, por otro, levantar un monumento funerario para los Habsburgo. De todo esto ya hablamos en el artículo ¿Mito o realidad? El Escorial.

Hoy ponemos sobre la mesa el tercer propósito y quizá el menos tratado, ese que pretendía cerrar la puerta al infierno en El Escorial.

Sabemos que la comisión de expertos a la que acudió el rey para decidir en qué terreno se construiría el monasterio lo advirtió de la leyenda sobre la presencia del diablo en la zona. Creyendo esto, mandó construir en esas tierras concretas de la sierra madrileña el monasterio para cerrar las puertas del infierno.

Teorías sobre la simbología oculta del monasterio hay casi tantas como historiadores opinando. Precisamente, son varios los historiadores y arquitectos que convergen en la idea de que el monasterio de El Escorial y el templo de Salomón comparten muchas similitudes.

Algo que aviva la hipótesis de que Felipe II pretendió cerrar las puertas del infierno con su monasterio.

En este mismo sentido, el hispanista René Taylor sostiene que para el monarca español la idea de sellar al diablo con un templo diseñado por Dios era tentadora. De ahí las constantes referencias al rey Salomón y al rey David que encontramos en El Escorial. El ejemplo más evidente son las dos estatuas dedicadas a estos personajes bíblicos que se encuentran en la puerta de la basílica.

Felipe II quería saberlo todo, de ahí que acumulara una cantidad indescriptible de libros. Cuando murió dejó la mayor colección privada de libros en Europa de su época: 14.000 volúmenes.

La ciencia y la magia le fascinaban y creía en la astrología. En esta colección privada había más de 200 libros sobre magia, alquimia y cábala.

Un hombre visionario que no quiso dejar nada que pudiera ser utilizado en su contra ¡si le hubiera tocado vivir nuestra época!

En vida se negó a que se publicaran biografías suyas y antes de morir ordenó que destruyeran su correspondencia. Se puede decir que fue un monarca muy celoso de su intimidad, o que tenía algo que esconder. Quién sabe.

Tanto pensaba cada acción que fue apodado como el Prudente.

Felipe el Prudente era un hombre reservado, hogareño, modesto, religioso y responsable que murió en el monasterio que él mismo había mandado construir, El Escorial.

¿Consiguió cerrar la puerta al infierno en El Escorial?

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