La inspiración de Felipe
Hoy te quiero hablar de la inspiración de Felipe VI, porque todos los despachos reales cuentan con un retrato que los corone y su elección depende de cada monarca. ¿Quién es la inspiración de Felipe VI? ¿En qué rey se mira?
El retrato elegido dice mucho de la persona que allí trabaja. Por ejemplo, el rey Juan Carlos I tenía a Felipe I de Parma, hijo de Felipe V y fundador de la dinastía Borbón-Parma. Su abuelo, Alfonso XIII, eligió un retrato de su madre, la reina María Cristina de Habsburgo.
Escribiendo este artículo me he preguntado si Juan Carlos eligió el suyo o se lo aconsejaron. ¿Conocerán el árbol genealógico de todos los Borbones? Si los parentescos familiares son un lío en general, más aún para las familias reales, que todos eran primos o sobrinos.
En el caso de Alfonso XIII, no hay duda. Este hombre sentía devoción por su madre por lo que la presencia de su retrato está justificada.
Ahora llega Felipe VI, el nuestro, el de nuestra época me refiero. Precisamente, esta semana está de aniversario ya que se cumplen ocho años de su proclamación, porque recuerda que en España no se corona a los reyes, se los proclama. En este artículo te lo contaba.
Cuando el hoy emérito recogió sus enseres del despacho de la Zarzuela, Felipe accedió con paso tranquilo a la vez que firme a ese lugar en el que tanto trabajó su progenitor y que fue escenario de importantes momentos que hoy forman parte de nuestra historia. Lo hizo con el objetivo de asegurar la continuidad de la monarquía. Sí, esa que empezaba a tambalearse por culpa de las gestiones y movimientos poco recomendables de una parte de la familia encabezada por el propio rey emérito.
La entrada fue acorde a la personalidad de este rey tan distante a la de su antecesor y padre. Felipe llegaba al trono sin ánimo de molestar, pero con las ideas tan claras que no le tembló el pulso a la hora de escenificar medidas llamativas. Esto no quiere decir que no hubiera sentimientos de por medio que le hicieran pasar un mal trago.
Nuestro rey no quiere echar por la borda todo lo que ha sacrificado y por lo que ha luchado a lo largo de su medio siglo de vida. Ahora que le ha llegado el turno, ha tomado las riendas y no duda en hacer limpieza.
Claro que opinar hoy no es más que hablar por hablar. Felipe VI está escribiendo su historia, la historia de nuestro país y hasta el rabo todo es toro, en este caso hasta la muerte. Porque ahí tenemos el ejemplo de su padre, aún escribiendo líneas y líneas de historia. Pero de momento, la realidad es esta.
Volvamos a los retratos, porque si nos han vendido bien a un rey de España, es sin duda a Carlos III. Que si el rey alcalde, que si el mejor que ha tenido nuestro país, que si el que más trabajó por la patria…
No es de extrañar que sea la inspiración de Felipe VI, su elegido. Al menos el políticamente correcto (cómo detesto esta frase, quizá porque yo no lo soy) y es que Carlos III ha pasado a la historia como el rey discreto, austero y fiel. Hasta la fecha se le considera el mejor, quizá en la cabeza de Felipe ronde la idea de desbancarlo.
Lo que sí es cierto, al menos lo que nos han contado, es que se alejó de los excesos de la corte, vestía de forma sencilla y no gastaba casi en ropa. Además, comía lo justo ¡igual que el emérito!
Tampoco se le conocieron amantes ni se volvió a casar después de enviudar. Se le atribuye la frase «En veintidós años de matrimonio, este es el primer disgusto serio que me da Amalia» cuando murió la reina.
Hasta aquí, son más las semejanzas que las diferencias que lo unen a nuestro Felipe, porque soy muy fan de eso de que todos somos inocentes hasta que no se demuestre lo contrario. Hoy podemos decir que, al menos en cuestiones familiares, se parecen.
Carlos III se alejó de los intereses personales prefiriendo invertir en financiar expediciones geográficas y antropológicas, aunque defensor y representante del absolutismo, siempre se mostró preocupado por el pueblo.
Por supuesto, recibió muchas críticas también, pero a él le debemos los españoles las visitas al Museo del Prado, las fotos en la Puerta de Alcalá, las celebraciones en las fuentes de Neptuno y Cibeles o los paseos por el Jardín Botánico.
¿Sabías que gracias a las expediciones botánicas que llevó a cabo formó el Jardín Botánico?
No cabe duda de que son muchos los aciertos de este monarca y unido a que es el que cuenta con mejor prensa, no es extraño que su retrato sea el elegido para presidir el reinado de Felipe VI. Que sea el rey en el que se mira, su inspiración.
Felipe ha manifestado que el suyo será un reinado transparente, de limpieza, sin opacidad. Para demostrarlo ha llevado a cabo acciones controvertidas en el plano familiar como hijo y como hermano. Pero es que la de rey no es una labor fácil y se tienen que tomar decisiones que tocarían al corazón de una familia normal.
Esto no es nada nuevo y aunque debe llevarlo en el código genético, son humanos.
La cuestión es que la historia se repite irremediablemente, Juan Carlos ya lo hizo con su padre y se lo saltó como en una partida de ajedrez. No hace falta que te diga que esto no hizo ninguna gracia a su padre y estuvieron tiempo sin hablarse. Ahora Felipe ha debido hacer lo mismo y, al parecer, Juan Carlos no estaba preparado, ¿habrá olvidado la historia?
Otra cosa que llevan los Borbones en su genética es el exilio. ¿Cómo acabará esta parte de la historia? Lo veremos en directo, porque tenemos la suerte de ser espectadores vivos de lo que mañana será historia de España.
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A pesar de los ataques constantes a la Corona por parte de la extrema izquierda, los independentistas y los terroristas, la monarquia saldrá adelante, porque es lo que quiere la inmensa mayoría de españoles. Viva el rey, Viva España 🇪🇸