Veraneo de reyes
Lo que nos gusta el veraneo. Ya sea viajando, sobre ruedas en caravana, en lugares paradisíacos o en la casa de la playa de la suegra. Lo importante es veranear.
Algo así pasa con los reyes, pero el veraneo de reyes dista mucho del nuestro. Si hoy es Mallorca el lugar elegido, aunque esté dando sus últimos coletazos, antes fue el norte de España.
Dentro de la historia más contemporánea, los reyes Sofía y Juan Carlos se decantaron por la isla balear y allí encontraron la comodidad absoluta, aunque en sentidos bien distintos. Hoy el rey ya ni va. El amor por la isla se lo transmitieron a sus hijos que, como cualquier joven, salían a quemar la isla, en el sentido figurado de la palabra, claro. Pero llegó Letizia y todo cambió. Para ella eso no son vacaciones y no le falta razón, también te digo. Compartir el veraneo con la familia política que te ha puesto tantos palos en las ruedas y por lo tanto no te llevas, no son vacaciones ni reales ni coloquiales.
Pero este es otro tema que merecerá la pena contar cuando sea historia y no noticia.
Como decía, esto es hoy, pero el veraneo de reyes lo inventó la reina Isabel II cuando puso de moda los baños de ola.
El norte era el lugar preferido de los monarcas españoles para huir del estío madrileño. Biarritz, San Sebastián o Santander.
San Sebastián empezó a recibir a la corte de la reina María Cristina de Habsburgo cuando compró un terreno sobre el que levantó Miramar, palacio de estilo inglés. Allí transcurrieron los veranos de la familia entre baños de ola en el Balneario del Sardinero y en donde el Hotel Real se convirtió en el lugar de acomodo de los invitados de Alfonso XIII durante tres lustros. Sin embargo, esto cambió cuando el ayuntamiento de Santander regala a los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia por su boda La Magdalena. Este palacio decorado a imagen y semejanza de la reina, fue el favorito y allí acudieron cada verano durante diecisiete años, hasta que llegó el exilio.
El salón de baile era la habitación favorita de la reina. Ella se encargó personalmente de la decoración.
Y dos curiosidades de este palacio:
La primera es que hay un cuadro que Sorolla pintó de la reina. Cuadro que está en la sala donde la familia hacía la vida. Sin embargo, no está muy a la vista porque a la reina no le gustaba mucho. El motivo no es otro que la actitud tan poco regia que muestra, pese a ser retratada con mantilla.
La segunda es que el palacio hoy no es visitable en su totalidad. Y esto es porque cuando don Juan de Borbón hereda el palacio y lo vende, pone dos condiciones. Una de ellas es que parte del palacio permaneciera siempre listo y, por tanto, cerrado para sus descendientes. De esta manera, podrían alojarse allí cuando fueran a Santander.
Como ves, cada rey, pero sobre todo, cada reina ha tenido su lugar estrella de veraneo. De ahí que el veraneo de reyes haya ido cambiando con los reinados.
Así, hoy Mallorca es la isla de la reina griega. La isla de la que Juan Carlos dijo: «es una isla mágica. Aquí me relajo y me puedo quitar la corbata».
Si Miramar fue un palacio decorado por María Cristina de Habsburgo con su sobriedad y Miramar era el refugio de Victoria Eugenia, Marivent es el lugar de respiro de Sofía, decorado al estilo de su palacio griego de Tatoi.
Seguro que tú también tienes ese lugar mágico en el que desconectar, aunque no seas de la realeza. Cuéntame tu veraneo en los comentarios.
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Estas son mis novelas, dos lecturas ideales para estos meses de verano.
Enel Palacio de la Magdalena tuve la suerte de alojarme para los cursos de verano de la UIMP. Efectivamente es sobrio, muy inglés, pero muy elegante. Pero lo mejor de todo es el lugar espectacular dónde está construido. Me gustó mucho
¡Qué suerte! Sí, coincido contigo en que lo mejor es el enclave y las vistas.
Gracias por leerme y comentar.
Un abrazo.