Libros con piel humana

Libros con piel humana

En el paseo por la historia a través de sus curiosidades de hoy, te demuestro que la afirmación «todo está en los libros» puede llegar a ser literal. Hablamos de libros con piel humana.

Y es que hubo una época en la que se utilizó la piel humana para forrar libros. Esta práctica tiene nombre: bibliopegia antropodérmica, algo tan fascinante como escalofriante. Pero todo tiene un porqué y sobre todo debemos situarnos en la mentalidad de una época.

Lo primero es explicar en qué consiste esto de la bibliopegia antropodérmica que sé que te ha dejado un tanto perplejo.

Se trata del arte de encuadernar libros con piel humana durante los siglos XVII y XIX, especialmente en Francia e Inglaterra. El objetivo de encuadernar los libros con piel humana respondía a una manera, un tanto grotesca hoy, de recordar a un ser querido. Pero cuidado, que también se empleaba como castigo para un criminal.

En este último caso, la piel era de los cadáveres de asesinos, científicos y rebeldes al pensamiento de la época. El procedimiento era similar al que se llevaba a cabo con cualquier otro animal; se curtía y se trataba de la misma manera. Incluso, a veces, se tatuaba o se grababa con diseños antes.

Como te decía, esta práctica, aunque no era lo habitual, se realizaba por varias razones. Había familias que encargaban libros como una manera de recordar a un ser querido. Del mismo modo que hoy las funerarias ofrecen diversas formas de conservar las cenizas de un finado y que son más o menos desagradables según para quién.

En cuanto a los criminales, empleaban su piel para encuadernar el libro sobre su juicio y ejecución, como una forma de castigo post mortem. Por ejemplo, hay un libro encuadernado con la piel de Henry Garnet, sacerdote jesuita inglés en 1605, que fue uno de los participantes en la Conspiración de la Pólvora y ejecutado por traición.

Se han encontrado libros con piel humana en todo el mundo. Uno de los ejemplos más famosos es el Practicarum Quaestionum Circa Leges Regias Hispaniae. Es un tratado de leyes españolas que se creía encuadernado con la piel de un amigo del propietario, Jonas Wright, desollado vivo por la tribu Wavuma en 1632. Sin embargo, un estudio reciente rompió con el mito al revelar que la piel de esta encuadernación era de oveja.

Era piel de oveja
Era piel de oveja

Pero esta práctica está lejos de ser una leyenda. Hay ejemplos famosos que demuestran su existencia.

Este es el caso de John Horwood, el primer hombre ahorcado en la prisión de Bristol. Su piel se utilizó para encuadernar el libro que detalla su juicio y ejecución. Otro caso famoso es el de William Burke, un asesino en serie que, junto con su socio William Hare, se dedicaba a matar a gente para vender sus cuerpos. La piel de Burke se usó para encuadernar un pequeño libro de bolsillo después de su ejecución.

Este pequeño libro marrón sólo tiene las cubiertas en cuya portada leemos la fecha de ejecución de Burke. Es decir, no tiene texto ni páginas, porque su finalidad era la de guardar notas personales y dinero. Este libro ilustra la portada de este capítulo. Pero si quieres verlo en persona, lo encuentras en el museo del Colegio Real de Cirujanos de Edimburgo.

Contamos con otros ejemplos de criminales despellejados para hacer libros con piel humana. Hay algunos ejemplos de estos en bibliotecas, museos e incluso en colecciones privadas. Uno de los más notables del siglo XVII es Destinos del alma, encuadernado con piel humana por el Dr. Ludovic Bouland alrededor de 1865, donde detalla el juicio y ejecución de William Corder, conocido como el asesino de Red Barn.

Esta historia, conocida como «El asesinato del granero rojo», sigue inspirando canciones y obras dramáticas.

La bibliopegia antropodérmica ha inspirado a varios escritores de terror, incluyendo a H.P. Lovecraft. Corre el rumor de que su libro El Necronomicón estaba encuadernado con piel humana, pero no es más que un mito que nunca se ha confirmado.

La práctica de encuadernar libros con piel humana se extendió hasta el siglo XIX que es cuando vivió su mayor apogeo, aunque insisto en que no era la norma general. Según el director de la Biblioteca Wellcome, Simon Chaplin, la biblioteca tiene un texto del siglo XIV sobre la virginidad que fue reencuadernado en el siglo XIX con piel humana.

Dice: «No hay una cantidad enorme de estos libros pues ha sido una práctica ocasional hecha principalmente para despertar una emoción indirecta más que por un motivo práctico».

Aunque en la Biblioteca Wellcome se pensaba que había tres, en realidad, sólo uno es de piel humana.

Como dice Chaplin: «Quizás haya otros libros que se cree que están encuadernados con piel, pero no es así, y otros que están cubiertos con piel humana pero no se sabe».

SI eres amante de los libros antiguos, quizá alguna vez has tenido entre tus manos un libro con piel humana sin saberlo. ¿Conocías esta práctica?

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