Los Monteros de Espinosa

Los Monteros de Espinosa

¿Sabes quiénes eran los Monteros de Espinosa?

Dame la mano que vamos a viajar por la historia para descubrir a este cuerpo tan relevante en la vida de los reyes. Recuerda que es posible continuar este artículo como podcast, estos son los enlaces para YouTube y Spotify. Si es tu opción, no olvides darme un like y seguirme. De esta manera me ayudas con la continuidad del blog y del podcast.

Podemos decir que el Cuerpo de los Monteros de Espinosa fue la primera Guardia Real. Nació en el siglo XI con el fin de custodiar al tercer conde de Castilla, Sancho García. Hay que destacar que este cuerpo no tenía carácter militar ya que su misión era la de velar al rey mientras dormía.

Más tarde, se denominaron monteros de cámara y guarda de su majestad. Es importante señalar que no disponían ni de estandarte ni de armas, porque era una compañía civil. Únicamente llevaban un machete en la cintura.

Quédate unos minutos más para descubrir a un cuerpo comparable con la guardia Pretoriana romana y que, además, cuenta con una leyenda sobre su nacimiento.

Se dice que el Cuerpo de los Monteros de Espinosa nació hacia el año 1006 cuando la madre del conde Sancho García intentó matarlo para casarse con el rey de los moros y así quedarse con las propiedades y castillos de su hijo.

Sin embargo, una sirvienta de ésta avisó a un escudero del conde de las intenciones que guardaba su madre y consiguió salvarle la vida.

De este escudero nace el cuerpo que hoy nos ocupa, pues en agradecimiento, el conde le dio heredamiento en Espinosa y a sus descendientes privilegio al título. Sólo podían pertenecer a este cuerpo los descendientes de hijosdalgo de la localidad de los Monteros de Espinosa en Burgos.

El conde Sancho buscaba guardianes de su máxima confianza, por eso, las normas para acceder al cuerpo eran tan estrictas.

Sólo podían ser monteros los naturales de Espinosa que pudieran acreditar que eran hidalgos con solar conocido de padre y abuelo. Debían ser y demostrar que eran personas honradas. Tenían vetado el acceso a este cuerpo quienes se dedicaran a oficios considerados como viles y manuales; por ejemplo los campesinos o carpinteros. Debían guardar fidelidad absoluta al monarca.

¿Cuál era su función?

Al principio y hasta el reinado de Felipe el Hermoso, eran guardias de los reyes día y noche, pero a partir de este rey, sólo velaban por el sueño del monarca. Es decir, era una guardia nocturna y también los encargados de velar al rey si estaba enfermo o cuando moría.

Antes de cuidar ese sueño real, debían comprobar que no quedaba nadie indeseado en palacio para cerrarlo con llave. Después, los monteros, que recuerdo que se trataba de un cuerpo civil, permanecían en la antecámara del rey velando su sueño. Para ello, hacían tres turnos: la prima, la modorra y el alba. El segundo, la modorra, era el más costoso, pues el sueño hacía más dura la guardia.

Cuatro permanecían despiertos en cada turno mientras el resto dormía.

Empezaron siendo cinco y durante el reinado de Alfonso XIII el número era de veinticuatro; de ellos, cuatro debían estar permanentemente en Madrid, mientras que el resto alternaba entre la corte y Espinosa.

El rey que contó con el mayor número de monteros fue Fernando el Católico con cincuenta y dos.

Una vez cerrado el palacio tras ser inspeccionado por los monteros, el teniente de alabarderos llegaba con el santo y saña de cada noche. Este venía en sobre cerrado y se distribuía de manera oral. El santo y seña era una contraseña para franquear el paso, estaba compuesta por tres palabras: santo del día, ciudad y objeto, todas empezando por la misma letra. Por ejemplo: Valentín-Valencia-Valija.

La otra misión importante de los Monteros de Espinosa que decíamos era la de velar el cuerpo del rey cuando moría. En este sentido, al morir Alfonso XII, los monteros Manuel Fernández de Villa y Rafael Gómez Marañón acuden a la cámara en la que acababa de fallecer el rey para certificar la defunción.

El marqués de Alcañices, siguiendo el protocolo, entregó el cuerpo del rey a los monteros. Así lo explica el montero de S.M. Rufino de Pereda Merino en el libro «Los Monteros de Espinosa»:

–Monteros de Espinosa, ¿reconocéis ser éste el cadáver de S.M. el rey don Alfonso XII de Borbón y Borbón?

–Sí, reconocemos.

–Os entrego en prueba de vuestra reconocida lealtad y de orden de S.M. la reina el cadáver de su augusto esposo para su guarda y custodia. ¿Os dais por entregados a él?

–Sí, nos entregamos.

Tras éste, el último rey al que prestó servicio este cuerpo fue Alfonso XIII.

Leonardo Saiz de Baranda fue el último montero que despidió a Alfonso XIII antes del exilio. Con la llegada de la Segunda República, el cuerpo desapareció y hoy es una compañía del Ejército de Tierra integrada en el Grupo de Honores de la Guardia Real.

Esto quiere decir que nuestro rey, Felipe VI, ya no tiene un cuerpo dedicado a velar su sueño exclusivamente. Por supuesto, cuenta con su guardia real responsable de su seguridad y la de toda la familia real día y noche.

Si te gusta este tema sobre los Monteros de Espinosa, te invito a leer la novela «Anna, no mires atrás».

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