El heredero de Alfonso XIII
¿Quién fue Alfonso de Borbón y Battenberg, el heredero de Alfonso XIII? Decide si continuas leyendo o te pasas al podcast para que yo te lo cuente. Este es el enlace para escucharlo en YouTube y este otro para Spotify, pero recuerda que lo tienes en cualquier plataforma de podcast.
Ser un Borbón y llamarse Alfonso no es un buen presagio como puedes comprobar en el artículo titulado «Maldición alfonsina». Sin embargo, no tiene que ver con el nombre, o al menos no sólo con él, la malograda vida del heredero de Alfonso XIII.
Nació el primero de los siete vástagos que tuvo el matrimonio de sus padres, los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg. En consecuencia, le correspondía el título de príncipe de Asturias, lo que lleva implícita la categoría de heredero.
Esta semana se cumplen ciento dieciséis años del nacimiento de este Alfonso que vino al mundo un 10 de mayo de 1907.
Por eso, el paseo por la historia de hoy nos lleva a repasar la vida de este heredero.
Su infancia transcurrió entre los lujos que le correspondían por la condición familiar con la que contaba, hijo y heredero de un rey español. Su educación, por tanto, la propia de un infante heredero.
Pero el caso de este príncipe es curioso, porque compartió con alguno de sus hermanos la herencia, ambas de sangre (una literal y otra figurada). Digo esto de compartir, porque la herencia de la rama paterna, la herencia buena, la de los títulos también fue compartida, pese a que no llegara a buen puerto. Alfonso de Borbón y Battenberg estaba llamado a suceder en el trono a su padre Alfonso XIII. Sin embargo, la herencia materna, bueno, esta y el devenir de la historia, impidió que así fuera. Porque no sólo heredó un título (el más importante de la casa Borbón), sino que también se quedó con una herencia de la rama materna: la hemofilia. Algo que también compartió con alguno de sus hermanos.
Tras un parto largo venía al mundo mi heredero y la felicidad que sentía era inmensa.
Un precioso bebé de ojos azules y rubio como su madre, más Battenberg que Borbón, pero en ese momento no sabía todavía cuánto.
Capítulo 7 En los ojos del rey
En la novela En los ojos del rey puedes conocer la infancia de este príncipe que acabó en el exilio con el resto de su familia cuando llega la II República a nuestro país.
Pese a la vida acomodada de la que gozó durante los años en los que su padre fue rey, al príncipe le faltaba lo más importante: la salud.
Toda su vida estuvo marcada por la enfermedad de la sangre que su madre le pasó. Recordemos que se trata de un mal que transmiten las mujeres y sufren los hombres. Puedes leer más sobre esto en el capítulo titulado «Los desgraciados hijos de Alfonso XIII».
Pero cuando realmente perdió la corona fue tras su boda con Edelmira Sampedro (en este otro artículo te hablo de ella y su relación con el príncipe). Claro que en ese momento ni él ni su padre, Alfonso XIII, sabían que daría igual todo lo que hicieran pues Franco tenía otros planes para el país. Esta historia la conocemos todos.
Cuando Alfonso príncipe se casó con la cubana Edelmira perdió todos los derechos dinásticos por tratarse de un matrimonio morganático, es decir, entre personas de diferente rango. Entonces su padre lo obligó a renunciar a sus derechos dinásticos.
En la novela Anna, no mires atrás puedes conocer bien la juventud de este Alfonso, así como su vida hasta el momento de la muerte ya en el exilio. El propio príncipe así lo cuenta en esta novela:
El rey tenía todo muy bien orquestado. Primero me hacía renunciar a mí, por responsabilidad. Porque el heredero no podía contraer matrimonio con una mujer de rango inferior. Nada de matrimonios morganáticos. Los Borbones nos casamos con princesas.
Capítulo 31 Anna, no mires atrás
La relación de Alfonso XIII y su heredero se vio rota definitivamente con este matrimonio. El rey nunca le perdonó a su hijo la vida libertina de la que gozaba y un enlace de tan bajo rango.
Alfonso era un hombre vacío, despreciado por todos y abandonado.
Cuando su padre lo obligó a renunciar a sus derechos dinásticos, se rompió la relación paterno filial. Nunca más volvieron a hablar.
Capítulo 31 Anna, no mires atrás
Las relaciones entre padres e hijos dentro de instituciones como esta que nos ocupa, la monarquía, son tan diferentes a las de cualquiera de los mortales que, a veces, nos resultan incomprensibles determinadas actuaciones. Pero no podemos olvidar que, aunque humanos, deben guardar bajo llave los sentimentalismos y trabajar por un país. Con independencia de sus errores que los cometen y grandes, que sé por dónde vas.
Hasta tal punto el rey sintió que su hijo no estuvo a la altura del lugar que representaba que ni siquiera acudió a su lecho de muerte. Así lo podemos ver en la novela Anna, no mires atrás.
Al rey Alfonso, su padre, también lo avisé. Aunque conocía la mala relación entre padre e hijo, reconozco que su reacción me sorprendió. El orgullo se impuso al corazón y le impidió acudir a despedir a su hijo. Hizo oídos sordos a la noticia que le estaba dando, ese comportamiento me dolió. No lo comprendí nunca. Un hijo debe estar por encima de todo, incluso de una corona que, por otro lado, hacía tiempo que no tenía.
Capítulo 32 Anna, no mires atrás
Esto es tremendo, pero una realidad. Todos, al llegar al trono, se comportan de un modo similar con padres o hijos; sin embargo, todos se escandalizan cuando son los repudiados.
No cabe duda de que la vida del heredero de Alfonso XIII cuenta con más sombras que luces. Una existencia tan triste como penosa con un final trágico cuando era demasiado joven para marcharse.
Yo te invito a conocer a este personaje de nuestra historia a través de las dos novelas históricas: En los ojos del rey y Anna, no mires atrás.
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