Los primos rusos de los Borbones

Los Romanov eran los primos rusos de los Borbones.

No hay nada más fascinante que la historia, por eso vienes aquí cada viernes, porque la historia une y si la conoces, dejan de sorprenderte las noticas. Entonces solo te asombras por lo poco evolucionada que está la humanidad. Esto nos provoca enfado y tristeza a partes iguales.

Hoy he rescatado y puesto al día este artículo que publiqué hace meses porque es actualidad. Por un lado, lo ruso es noticia; por otro, tiene mucho que ver con mi próxima novela.

¿Sabías que los Romanov fueron los primos rusos de los Borbones?

Los príncipes y reyes de las casas reales europeas se refieren a sus homónimos como primos y no dejan de estar en lo cierto, pues todos proceden de alguna manera de la reina Victoria de Inglaterra que casó a su descendencia con herederos de otras tierras para formar alianzas.

En esta ocasión nos vamos a centrar en los rusos, una rama importante puesto que es en la Rusia de los últimos zares donde nace mi próxima novela que tendrás en tus manos muy pronto.

Te voy a mostrar los paralelismos que marcaron la vida de dos princesas, una Borbón y una Romanov, primas hermanas que hicieron historia y que son esenciales para el desarrollo de mi próxima novela. Te invito a que sigas leyendo, verás.

Como decía Forrest Gump, la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar. O también como los pimientos de Padrón, que unos pican y otros no. Así es la vida, sí, puede ser divertida, sorprendente (para bien o para mal), caprichosa, bonita, dura. Todo depende de la persona con la que hables, de la época, de la condición social e incluso de los ojos con los que la mires.

Hay niñas que juegan a ser princesas bajo el manto del mundo idealizado de los cuentos de hadas, pero los cuentos son solo eso: historias de ficción, porque en la realidad ni los príncipes son azules ni existen los castillos encantados ni la vida despreocupada.

Esto bien lo entendieron dos princesas de las de verdad, de las de sangre y herencia, nietas de la reina de reinas, Victoria de Inglaterra. Ellas son Victoria Eugenia de Battenberg y Alix de Hesse.

Victoria Eugenia ya sabes que fue reina consorte de España, como ahora lo es Letizia. Ella fue la esposa del rey Alfonso XIII, bisabuelo de Felipe VI. En la novela En los ojos del rey pudimos conocer los infortunios de su matrimonio.

A Alix de Hesse la conocerás mejor si te digo que cambió su nombre al de Alejandra Fiodorovna Romanova cuando se convirtió a la iglesia ortodoxa rusa para casarse con el zar Nicolás II. Alejandra fue la última emperatriz Romanov y a su vida te acercarás tras la lectura de mi próxima novela.

Lo que es una evidencia histórica es que sus vidas transcurrieron en paralelo. Quizá más de lo que pudieron imaginar cuando eran pequeñas y jugaban despreocupadas a ser princesas, eso que en realidad eran. Sin embargo, estuvieron marcadas por una diferencia que señalaría el devenir de la historia y que no es otro que el amor.

Cinco nietas de la reina Victoria, cinco reinas.

De todas ellas, ya te he dicho que me centraré en dos: Ena, como llamaban familiarmente a Victoria Eugenia y Sunny, como la llamaba su amado esposo, el zar Nicolás.

A pesar de que estas dos nietas de la reina Victoria llegaron a reinar, carecieron de un final feliz. Mientras que Ena terminó su vida sola en el exilio, Alejandra murió asesinada junto al resto de su familia.

Dicen que el amor y el trono son incompatibles. Si el matrimonio real es por amor, mal vamos, porque el trono se fastidiará o viceversa. En el caso español, más viceversa que todo lo contrario y así llevamos varias generaciones ya. Las tiaras no han sido en la historia de España compatibles con la fidelidad.

Nicky y Sunny (últimos zares de Rusia) se casaron completamente enamorados y su amor fue creciendo con el paso de los años hasta que los sorprendió la muerte una noche de verano. Todo muy épico.

Ena, por su parte, se casó también enamorada, pero a su manera con Alfonso XIII quien también contaba con una manera peculiar de entender el matrimonio. Claro, es que él era un Borbón y eso, ya sabes. Poco duró el amor, ¡qué te voy a decir!

Y ese amor correspondido en una y en otra no se convierte en el hilo conductor de sus vidas y de mi próxima novela; todo lo que viven, su manera de reinar, su estilo de vida familiar y, sobre todo, de comprender las necesidades del país están marcados por el amor.

Ambas llegaron a sus países de adopción con una desgracia bajo el brazo.

Alejandra Romanov no era querida en absoluto por su familia política y, por ende, por el pueblo ruso que era profundamente supersticioso. Su llegada a Rusia coincidió con la muerte del zar Alejandro III, su suegro, quien dio su beneplácito para que se produjera la unión de los jóvenes enamorados porque se moría, no porque estuviera de acuerdo.

No hace falta que te recuerde que la entrada de Victoria Eugenia a la familia real española vino marcada por la sangre. El día de su boda fueron víctimas de un atentado.

Por si fuera poco, había algo más importante aún.

Las dos descienden de la reina que introdujo la hemofilia en toda una estirpe y ambas eran portadoras de esta enfermedad (la transmitían las mujeres y la padecían los hombres).

Nuevamente, el amor marca diferencias. El zarevich heredó la hemofilia materna al igual que el príncipe de Asturias. El martirio era el mismo, las dos primas padecieron la enfermedad de sus hijos como únicas responsables, pero mientras que la zarina siempre tuvo el apoyo y amor de su marido, Victoria Eugenia padeció sola el dolor y la culpa, porque el rey se alejó más de ella.

Alix y Ena, Ena y Alix. Dos vidas en paralelo marcadas por la desgracia. Dos mujeres que introducen la trama de mi próxima novela. Dos reinas que determinan la historia de la protagonista de mi última obra.

¿Está el trono maldito? ¿Qué opinas?

Felices vacaciones. Para toda mi comunidad lectora, aquellos que ya están suscritos y me leen cada semana con el mayor de los fervores, a la vuelta de las vacaciones les daré una primicia relacionada con mi próxima novela. Comienza la cuenta atrás y quiero compartirla con vosotros. Si tú todavía no te has suscrito, no lo dejes para otro día. También te quieres enterar de las novedades y ¡lo sabes!

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