Reseña. Melodía para un forense

Reseña. Melodía para un forense

Mercedes Pinto aporta en esta novela una nota personal, un matiz cargado de originalidad para hacer diferente una trama convencional.

Un forense hijo de un enterrador y una taxidermista melómana. De ella hereda esa afición por la música, una afición que se convierte en necesidad llegando a mostrarse tan dependiente de ella como de otras sustancias.

La vida pone al límite al forense Ray Fox.

Melodía para un forensees una novela negra que comienza de manera vibrante. Desde el principio hasta el final se van concatenando diferentes hechos y situaciones que provocan en el lector la necesidad de continuar con la lectura.
Un aspecto interesante, que llama la atención teniendo en cuenta el momento social que vivimos, es la figura de la mujer, de la mujer protagonista, Norma Duarte. Una joven forense que le aporta el punto de equilibrio a Ray pese a los desplantes que sufre por su parte. Es el personaje más redondo, que más evoluciona y para mí, sorprende.
El empleo de la autora de un lenguaje sencillo con estructuras sintácticas perfectas, invita al lector a disfrutar, sentir y padecer junto al protagonista. Además, te lleva a viajar por una lectura de manera trepidante, ágil, amena, intensa, sorprendente, efectista, dando la sensación de ir montado en una montaña rusa.

Las frases son cortas, la adjetivación adecuada para provocar tensión y los verbos de movimiento suponen el éxito de la lectura.

Otro aspecto original de esta novela es la demostración de que se puede leer y escuchar música a la vez. No solo es posible sino que la autora te ofrece previamente la lista de canciones para poder prepararla y disfrutar de ella a la vez que de la novela.  Esta es una novela con banda sonora. Una novela preparada con todos los ingredientes para ser película.

En este sentido, destaco las siguientes canciones, no por importancia en el desarrollo de la novela sino por gusto personal, en el capítulo I “Busca lo más vital” del Libro de la selva, “Imagine” de los Beatles en el capítulo V, “My Way” de Frank Sinatra en el X y termina sorprendiendo con “La gallina co-co-ua” en el XXXVII.
Y es que la música es el hilo conductor de la novela dotándola de una originalidad sin precedentes. Todas las canciones son cuidadosamente elegidas con la finalidad de aportar a la escena el tiempo y energía apropiada.
En definitiva, se trata de una novela sorpresiva, rápida, inquietante y original. Sin duda, una buena elección para este verano.

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