Adiós a Alfonso XIII

Adiós a Alfonso XIII

Aún no hace ni un siglo que los españoles dijeron adiós a Alfonso XIII, último Borbón antes de la Democracia

Entonces nació la Segunda República, era 14 de abril de 1931. En el paseo por la historia a través de sus curiosidades, viajamos hoy a una parte de nuestra historia más reciente.

El comienzo de este periodo de la historia española está lleno de curiosidades y anécdotas que reflejan la sorpresa, la euforia y la incertidumbre de aquel momento histórico. Aquí te cuento algunas de las más interesantes:

Unas elecciones municipales cambiaron la historia y nació la Segunda República. Era el momento del adiós a Alfonso XIII.

El 12 de abril de 1931 se celebraron elecciones municipales en toda España. Aunque en números absolutos ganaron los monárquicos (especialmente en zonas rurales), en las ciudades la victoria republicana fue abrumadora. Esto se interpretó como un rechazo al rey Alfonso XIII quien, sin necesidad de un levantamiento popular, entendió que no tenía apoyo para continuar en el trono y se marchó de forma pacífica para unos; para otros, abandonó a los españoles huyendo.

Otro dato curioso es que la República se proclama en varias ciudades antes que en Madrid. Aunque la proclamación oficial se hizo en Madrid, en muchas ciudades españolas la bandera republicana ondeó antes.

Por ejemplo, en Eibar (Guipúzcoa), se izó la tricolor la mañana del 14 de abril, convirtiéndose en la primera localidad en declararse republicana. Lo mismo ocurrió en Barcelona, donde Francesc Macià proclamó la República Catalana dentro de la Federación Ibérica, generando tensiones con el nuevo gobierno provisional.

Y comienza la Segunda República, porque Alfonso XIII se marcha al exilio sin resistencia.

Al contrario de lo que podría pensarse, al rey no lo derroca un golpe militar ni por una revolución violenta. Cuando los resultados de las elecciones demostraron el descontento popular, Alfonso XIII decidió abandonar España la noche del 14 de abril, partiendo hacia Cartagena y embarcándose rumbo a Francia. Famosa es su frase al despedirse:
«No tengo miedo a nadie, pero no quiero que por mi culpa se derrame una sola gota de sangre española».

Cómo fue el final de su reinado y los tensos momentos de la despedida, lo puedes leer en mi novela En los ojos del rey, que está disponible en Amazon.

Otra curiosidad es que el adiós a Alfonso XIII supuso un cambio de gobierno en cuestión de horas.

El traspaso de poderes se llevó a cabo de manera rápida y pacífica. Niceto Alcalá-Zamora asumió la presidencia del Gobierno Provisional sin oposición real. Cuando el Comité Revolucionario (nombre del grupo que había organizado la transición) llegó al Ministerio de Gobernación, encontró a las autoridades monárquicas recogiendo sus cosas y cediendo el control sin resistencia.

De modo que, Alfonso XIII fue el último rey en habitar el Palacio Real de Madrid y el presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora la última persona.

Y la Segunda República comienza con una fiesta espontánea en las calles.

El ambiente en Madrid fue de júbilo y celebración. En la Puerta del Sol la gente vitoreaba la República y los balcones se llenaron de banderas tricolor. Sin embargo, algunos comercios cerraron por temor a disturbios, aunque no hubo incidentes graves.

El color de la nueva bandera fue otra de las anécdotas de este periodo. La de la Segunda República añadió el color morado para representar a Castilla. Pero hay dudas sobre si este color fue realmente usado en la heráldica castellana o si se basó en un error histórico. En cualquier caso, la bandera tricolor se convirtió en uno de los símbolos más reconocibles del nuevo régimen.

Otra de las curiosidades tiene que ver con las monjas y las primeras medidas anticlericales.

El nuevo gobierno republicano tenía un marcado carácter laico. En los días siguientes, empezaron a aplicarse medidas para reducir la influencia de la Iglesia, lo que generó algunas tensiones. Se cuenta que, en algunas ciudades, grupos de personas se acercaban a las monjas en la calle para comprobar si llevaban peluca bajo el velo, debido a rumores absurdos de que eran calvas.

¿Cuál fue la reacción internacional?

Países como Francia y Reino Unido reconocieron rápidamente al nuevo gobierno republicano, pero otros, como Italia y la Alemania, vieron con desconfianza el cambio de régimen. El Vaticano mostró preocupación por las reformas laicas que se avecinaban.

Por otra parte, la Segunda República fue pionera en incluir mujeres en la política española. En el gobierno provisional entró Victoria Kent como directora general de Prisiones, mientras que Clara Campoamor tuvo un papel fundamental en la futura lucha por el sufragio femenino.

Hay que señalar también el nuevo himno que nunca llegó a imponerse. Aunque se intentó sustituir la Marcha Real por el Himno de Riego, nunca se logró que este último tuviera la misma aceptación. De hecho, no se llegó a establecer un himno oficial como tal, lo que generó cierta confusión en los actos oficiales.

El nacimiento de la Segunda República fue un momento de gran esperanza para muchos, pero también marcó el inicio de un período convulso que terminaría desembocando en la Guerra Civil. Eso que tanto temía el rey. El adiós a Alfonso XIII no impidió lo que vino después.

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