Holocausto. 80º aniversario de la liberación

Nuestro paseo por la historia de esta semana nos lleva a recordar una parte de la historia más reciente: Holocausto. 80º aniversario de la liberación. El 27 de enero de este año, conmemoramos el 80º aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau, el campo de concentración y exterminio nazi que se ha convertido en el símbolo más emblemático del Holocausto.
Este aniversario no solo sirve para honrar la memoria de las víctimas, sino también para reflexionar sobre las lecciones aprendidas. Si es que hemos aprendido algo. Habría que poner el foco en los problemas a los que nos enfrentamos hoy ante otras formas de odio.
Ubicado en Polonia, Auschwitz-Birkenau fue el mayor campo de concentración y exterminio del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Estuvo operativo desde 1940 hasta 1945. Cinco años en los que se estima que asesinaron a más de un millón de personas. La mayoría eran judíos, pero también había prisioneros políticos, gitanos, homosexuales y otros grupos perseguidos.
El 27 de enero de 1945, las tropas soviéticas liberaron el campo, encontrándose con unos 7000 prisioneros en condiciones deplorables.
Holocausto. 80º aniversario de la liberación y para celebrarlo ha habido ceremonias por todo el mundo, pero la principal fue en el propio Auschwitz. Allí, se reunieron alrededor de tres mil personas, incluyendo delegaciones de más de cincuenta países y unos cincuenta supervivientes del Holocausto. Entre los asistentes se encontraban líderes políticos, miembros de la realeza y representantes de diversas instituciones internacionales.
Una presencia destacada fue la del rey Carlos III del Reino Unido, primer monarca británico en visitar Auschwitz. Durante su visita, el rey recorrió el campo, se reunió con supervivientes y participó en una ceremonia conmemorativa. Carlos III puso de relieve la importancia de recordar las atrocidades del pasado para construir un futuro más compasivo y tolerante.
Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, también estuvieron presentes en la ceremonia, subrayando el compromiso de nuestro país con la memoria histórica y la lucha contra el antisemitismo. Su participación reflejó la solidaridad internacional y la importancia de la educación sobre el Holocausto para las generaciones futuras.
Uno de los momentos más conmovedores fue la intervención de los supervivientes de Auschwitz, quienes compartieron sus experiencias y reflexiones. Marian Turski, de 98 años, hizo un llamamiento para resolver problemas entre vecinos, enfatizando la importancia de la reconciliación histórica entre naciones. Turski alertó sobre los peligros del odio y la incitación al odio que pueden llevar a conflictos armados y al sufrimiento.
Tova Friedman tenía seis años cuando fue liberada de Auschwitz. Ella compartió su experiencia como niña en el campo, recordando cómo su madre la protegió de las selecciones que llevaban a las cámaras de gas. Friedman advirtió sobre el resurgimiento de ideologías peligrosas y la importancia de no olvidar las lecciones del pasado.
Leon Weintraub, otro superviviente, insistió en la necesidad de estar atentos ante el resurgimiento del antisemitismo y la extrema derecha en el mundo. Instó a la sociedad a no ser indiferente y a confrontar activamente estas ideologías para prevenir futuras atrocidades.
En definitiva, educación y memoria son las herramientas clave contra el olvido.
Por su parte, la UNESCO ha lanzado nuevas iniciativas educativas para combatir el negacionismo y la desinformación sobre el Holocausto. Estas guías están destinadas a profesores y periodistas con el objetivo de proporcionar herramientas para educar a las nuevas generaciones sobre los horrores del pasado, asegurando que tales atrocidades no se repitan.
Además, se han desarrollado proyectos documentales que recopilan testimonios de supervivientes. Por ejemplo, la serie Las voces de Auschwitz recoge los relatos de cuarenta y cuatro supervivientes del campo. En ella se ofrece una visión profunda y personal de sus experiencias y resaltando la importancia de la memoria histórica. Y entendiendo la memoria histórica como lo que realmente es.
Ochenta años después de la liberación de Auschwitz, el mundo se enfrenta a desafíos persistentes relacionados con el odio, la intolerancia y el antisemitismo. Las conmemoraciones de este aniversario sirven como un recordatorio de la importancia de la memoria histórica y la educación para prevenir futuras atrocidades.
Los testimonios de los supervivientes y las palabras de los líderes mundiales enfatizan la necesidad de confrontar el odio en todas sus formas y de trabajar juntos para construir sociedades más justas y compasivas. A medida que el número de supervivientes disminuye, recae en las generaciones actuales y futuras la responsabilidad de mantener viva la memoria del Holocausto y de asegurar que las lecciones del pasado no se olviden.
El Holocausto no es solo una tragedia del pueblo judío, sino una advertencia universal sobre los peligros del odio, la intolerancia y la indiferencia. Al recordar y educar sobre estos hechos históricos, la humanidad se compromete a construir un futuro donde tales horrores no tengan cabida. Pertenece a la responsabilidad colectiva mantener viva la memoria y asegurarnos de que las lecciones del pasado guíen nuestras acciones presentes y futuras.
Holocausto. 80º aniversario de la liberación. Una fecha del pasado para tener presente.
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