Vestir a la española
El viaje por la historia de esta semana nos lleva al siglo XVI: reinado de Felipe II, porque la fake new de este mes tiene que ver con la moda, con vestir a la española.
El reinado de este Felipe estuvo marcado por la humildad y el decoro, de ahí que se haya pensado o asociado que la corte de este monarca, incluido él mismo, vistiera de negro como respuesta a su carácter, es decir, por austeridad y luto.
Falso. Muy falso. No fue así.
Bien es cierto que el negro es un color que se asocia en el cristianismo a la muerte y que Felipe II no sólo fue uno de los reyes más católicos (¿sabías que según sus creencias todos sus éxitos y victorias tenían una razón divina?), sino que sufrió la visita de la parca en varias ocasiones. Enviudó cuatro veces, perdió a seis hijos y también a varios de sus hermanos. Es entendible, por tanto, que se relacionara la presencia de este color con el sufrimiento personal del monarca por un lado y, por otro, que se hablara del oscurantismo de su reinado. Un tanto tocado debió quedar, ahí estaremos de acuerdo. Y esto fue algo que aprovecharon sus detractores para forjar parte de la leyenda negra que acompaña a la figura de este rey español.
En el Renacimiento, época que nos atañe, el negro simbolizaba lo triste y lo melancólico. Sin embargo, no es en absoluto este el motivo por el que Felipe II eligió el negro como el color por el que se caracterizase su reinado, porque no hay duda de que este fue el color que teñía su ropa y la de su corte.
Desde ese momento, vestir de negro comenzó a sugerir elegancia.
¿El motivo? Muy simple. Durante esta época, resultaba complicado mantener el color negro de la ropa con toda su intensidad de manera prolongada. De ahí, que fuera visto como símbolo de riqueza; en otras palabras, quien así lo podía lucir era rico, una persona con posibles.
¿Cómo se consiguió la duración del color negro en los tejidos?
En el siglo XVI no había ningún tinte natural que soportara los lavados y no fue hasta el descubrimiento de América cuando se consiguió mantener la intensidad del color negro. Vestir de negro era una forma de demostrar elegancia al resto de cortes europeas. Esta exclusividad venía dada por el monopolio que tenían los españoles de venta y distribución de este tinte al resto de Europa.
Por tanto, gracias al palo de Campeche que vino del Nuevo Mundo los españoles vestían de negro sin sufrir por la pérdida de su intensidad.
¿Qué es el palo de Campeche?
Es un árbol espinoso que puede llegar a medir hasta quince metros de altura y de tronco retorcido que se encuentra en Yucatán, Campeche y Tabasco, como ves, todos son Estados de México.
El color se conseguía hirviendo las astillas de la madera y su tintado podía durar entre cinco y seis días. El tono final era intenso y muy bonito; a este negro se le denominó «ala de cuervo».
Felipe II detestaba vestir con telas de colores y lujosas como había sido costumbre hasta entonces, tampoco era amigo de las joyas. En una carta que envió a una de sus hijas decía: «Me quieren hacer vestir de brocado muy contra mi voluntad, porque dicen que es la costumbre de aquí».
Además, con el rey más importante de la cristiandad vistiendo de negro, este color se convierte en la moda del momento. Se habla de vestir a la española.
De su personalidad podemos decir que se trataba de un hombre modesto, sobrio que se alejaba de los lujos y excesos. Culto y extremadamente religioso.
Con el reinado de Felipe II, la monarquía española fue la primera potencia de Europa, porque hubo un momento en el que lo español estaba de moda. No sólo nos copiaron la manera de vestir en el resto de las monarquías europeas como símbolo de riqueza, sino que el negro se convirtió en el color de la autoridad y religión tanto de la reforma protestante como de la contrarreforma católica. Se empezaba a vestir a la española.
El imperio español alcanzó con este reinado su máximo esplendor contando con posesiones en cada uno de los cinco continentes.
Y en el color negro encontró el monarca la forma de trasmitir discreción y modestia ante tanto éxito.
Felipe II, al ser el rey más poderoso, se convirtió en un claro objetivo por parte de los extranjeros para dañar su imagen y su reputación, algo que no podían conseguir en las batallas o en los despachos. La forma de vestir, por supuesto, también se utilizó en su contra.
Como resultado de todo esto, hubo una época en la que estuvo de moda vestir a la española.
Para ampliar la información sobre este rey, puedes leer los artículos Los otros Felipes de la historia y ¿Mito o realidad? El Escorial, que fue su gran obra.
Como siempre, no te olvides de compartir si te ha gustado.
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Muchas gracias, Ana por tus interesantes escritos sobre temas tan variados de la historia. Todos son muy interesantes. Un saludo.
Muchas gracias, Sonsoles. Me alegra mucho que te guste lo que cuento.
Un abrazo.
Sonia