Dionisio Alcalá Galiano

Dionisio Alcalá Galiano

Dionisio Alcalá Galiano (1760-1805) ha sido un nombre familiar para mí desde pequeña. Allí, en el destructor que llevaba su nombre, trabajó papá. Sin embargo, nunca reparé en quién fue este señor, salvo que debió de ser importante para que le pusieran su nombre a un buque de la Armada.

Es ahora, con la edad, cuando siento la necesidad de conocer bien nuestra historia. Qué es verdad, qué mentira y quiénes son los personajes que cambiaron o marcaron esa historia de la que procedemos.

Este es el caso de nuestro personaje de la historia de este mes: Dionisio Alcalá Galiano.

Marino, cartógrafo y astrónomo. Un héroe en Trafalgar que con once años ingresó en la Real Armada y siendo alférez de navío comenzó los estudios mayores en el Observatorio Astronómico reservado a los oficiales más aventajados.

Sus experiencias en diversas expediciones y los conocimientos adquiridos lo llevan a escribir dos memorias:

Memoria sobre el cálculo de la latitud del lugar por las dos alturas del sol.

Memoria sobre las observaciones de latitud y longitud en el mar.

Fue precisamente el director de la Academia de Guardia Marinas, Vicente Tofiño, quien lo recluta para su expedición que tiene como objetivo levantar las cartas marítimas de las costas de España. En esta expedición se pusieron en práctica los métodos geodésicos e hidrográficos más sofisticados de la época y que sirvieron de prácticas a Alcalá Galiano. Todo esto le supuso un ascenso a teniente de fragata. Comienza entonces la Expedición al estrecho de Magallanes.

Le siguió la Expedición de Malaspina en la que Alcalá Galiano dirigió la comisión de Geografía y Astronomía.

Esta expedición ordenada por Carlos III fue una de las primeras de la historia en contar con carácter científico y que convierten a Dionisio en uno de los navegantes más innovadores de la época.

Participó en las guerras napoleónicas y a su regreso a Cádiz le adjudican el mando del navío Bahama. Este buque formaba parte de la escuadra que recogería a la futura princesa de Asturias, prometida del que después sería el rey Fernando VII a quien podéis conocer aquí por su apodo. Al aplazarse la boda, el Bahama junto con la fragata Sabina se destacaron para desembarcar una comisión relacionada con el mismo asunto.

Para acabar el recorrido laboral de este marino y conocer por qué pasa como héroe a la historia, hay que hablar de la batalla de Trafalgar.

Esta batalla es de las más importantes del siglo XIX. En ella se enfrentaron la alianza franco-española y la armada británica del vicealmirante Nelson.

Qué pasó lo sabemos todos, pero vamos a analizar un poco la situación.

Como en otras muchas ocasiones, los españoles nos encontrábamos en desventaja tanto numérica como de infraestructuras; sin embargo, nuestros reyes han sido de batallar sin pensar, sin preparar una hoja de ruta.

¿Por qué estábamos en desventaja? En primer lugar hay que destacar que debido a la epidemia de fiebre amarilla estábamos en cuadro. De ahí que se autorizara una obligada leva de donde se reclutaron mendigos, campesinos, soldados de infantería… Por su parte, el estado de nuestros buques era lamentable y algunos comandantes pusieron dinero de sus bolsillos para adecentar los buques y no quedar mal ante los franceses.

Y es que la marina francesa era una de las más importantes de la época y sus buques, por tanto, potentes y modernos. Pero la Revolución Francesa había dejado mermada la tripulación, de ahí que la mayor parte de los oficiales fueran inexpertos en batallas de importancia y tuvieran que reclutar a los soldados del ejército de tierra para los navíos.

De modo que, como en el mus, los españoles iban con su mano, es decir, que aportaban apoyo moral y la experiencia de importantes capitanes como Dionisio Alcalá Galiano o el brigadier Churruca entre otros. La mayor parte de nuestros marineros y buques solo servían de atrezzo.

En el bando contrario, teníamos a los ingleses con marineros profesionales que contaban con gran experiencia y comandados por el almirante Nelson.

Los ingleses solo contaban con 27 buques frente a los 18 franceses y 15 españoles, pero como decía, nuestros buques solo servían, como se dice vulgarmente, para hacer bulto.

Al poco del encuentro, comenzaron las desavenencias entre la alianza. Los españoles solo aportábamos pericia, experiencia por parte de los comandante, pero quienes estaban al manod y tenían la última palabra eran los franceses con Villeneuve al mando. Este dio la orden de retirada a Cádiz sin tener en cuenta el viento y la complicación de las maniobras. Churruca dijo «el almirante no sabe lo que hace, la flota está perdida». Y no se equivocaba, porque en esta ocasión una retirada a tiempo no fue una victoria ya que la línea de combate quedó deshecha y Nelson aprovechó para atacar capturando a los barcos españoles y franceses batiéndolos con artillería tanto por proa como por popa.

A las dos horas, se había rendido la alianza y poco después encontraron la muerte Churruca y Alcalá Galiano alcanzados por varios disparos. También pereció Nelson.

¿Consecuencias?

Se terminó el intento napoleónico de dominio marítimo y supuso también el alejamiento de España como potencia colonial y marítima porque tardó varias décadas en reponerse.

¿Conocías a este personaje de la historia? Te leo en los comentarios.

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