Las dos hijas de Alfonso XIII
Si para hablar de los hijos varones nos referíamos a ellos como desgraciados (lo puedes leer aquí), el caso de las dos hijas de Alfonso XIII es bien diferente.
Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, últimos reyes que habitaron el palacio Real de Madrid y abuelos de nuestro emérito, tuvieron siete hijos. Los varones no contaron con vidas afortunadas, las dos mujeres, por el contrario, sí que vivieron como se dice a cuerpo de rey. En este caso de reinas.
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Es importante saber que este artículo está dedicado sólo a las dos hijas que el monarca tuvo dentro de su matrimonio.
Antes de continuar te invito a hacer un ejercicio para acercarnos mejor a este tema. Lo primero es la perspectiva, el feminismo y los progresos que tienen que ver con la mujer no son cosas del pasado. Si eres un habitual de este blog, sabrás que no podemos mirar al pasado con los ojos del presente. Lo segundo va en la misma línea, porque hablar de comodidades o desgracias es muy subjetivo, todo depende del ojo con el que se mire. Por eso resulta fundamental tomar distancia para profundizar en este tema como algo simplemente histórico.
Ah, otra cosa, no te envenenes si eres contrario a la monarquía o a los borbones, créeme, no merece la pena. Aquí hablamos de ellos como personajes, porque no podemos olvidar que son parte fundamental de la historia que empleamos como vehículo literario. Y la monarquía es de lo más novelable. De no existir habría que inventarla, porque todo lo que con ellos tiene que ver vende. ¿No me crees? Tú eres el mejor ejemplo que acudes a este blog cada semana y ahora estás leyendo este artículo.
Teniendo esto claro, vamos a conocer a las dos hijas de Alfonso XIII.
Llegaron al mundo en el tercer y cuarto puesto entre siete hermanos, todos varones. Beatriz y Cristina de Borbón o Baby y Crista como las llamaban familiarmente.
Sus vidas se vieron diluidas entre las de sus hermanos, el heredero y los reservas.
Cómo transcurrían sus días durante su infancia lo puedes leer en este artículo titulado «Baby y Crista». De ellas sabemos que eran aficionadas a los deportes que practicaban con su padre, dominaban varios idiomas y su educación fue exquisita; las educaron como reinas.
Dos hitos marcaron la juventud de estas hermanas. Por un lado, el exilio de toda la familia real; por otro, la hemofilia.
Las dos contaban con una vida privilegiada entre comodidades y algodones. Su máxima aspiración pasaba por buenos matrimonios, sueño que se vio truncado por culpa de la herencia materna que acabó con la vida de parte de sus hermanos.
Ambas coincidieron en que el exilio fue una de las etapas más duras y dolorosas. Se sintieron arrancadas de esa vida que podemos calificar de privilegiada para pasar al ostracismo.
Para las dos, el día que tuvieron que decir adiós a España, es decir, cuando partieron al exilio, fue el más duro. Pero para Beatriz hubo uno aún más doloroso. Fue durante unas vacaciones en Austria en el año 1934 cuando, al parecer, permitió que su hermano pequeño Gonzalo condujera sin permiso. Un leve choque, sin importancia para una persona sana, llevó a la muerte al hijo pequeño del último Borbón antes de la Democracia. La culpa la acompañó siempre.
¿Qué fue de Beatriz?
La descendencia de esta infanta está de moda hoy. Ahora verás. Como te decía, el exilio fue uno de los hitos importantes en su vida, pero también lo fue la lacra de la hemofilia. Esta enfermedad, que sufren los varones, la transmiten las mujeres. Varios de sus hermanos la padecieron, porque su madre era portadora y se podía presuponer que Beatriz y su hermana también la llevaban. Esto impidió los matrimonios reales que pretendían.
De este modo, Beatriz se casó con Alessandro Torlonia, V príncipe de Civitella-Cesi, es decir, de una casa no reinante. Nos encontramos con un nuevo matrimonio morganático (el que tenía lugar entre dos personas de diferente rango) y Baby se vio obligada a renunciar a sus derechos dinásticos. Esto también lo hizo su hermano y príncipe de Asturias al casarse con Edelmira. Si te gusta el tema, puedes profundizar en todo esto leyendo la novela En los ojos del rey.
El matrimonio tuvo cuatro hijos, pero nos interesa la primera, Sandra. Esta nieta de Alfonso XIII contrajo matrimonio con el conde Clemente Lecquio y de esa unión llega la actualidad que te decía, porque nació el conde Alessandro Lecquio. No te miento, más de moda no puede estar. Su madre es prima del rey emérito y él nieto de la hija de Alfonso XIII.
Aunque Beatriz visitó España en alguna ocasión, como la proclamación de su sobrino Juan Carlos I, nunca regresó para vivir.
¿Qué fue de Crista?
Cristina de Borbón y Battenberg también tuvo un matrimonio morganático como su hermana. Se casó con el I conde Marone-Cinzano, viudo que aportaba tres hijos al matrimonio. Juntos fueron padres de cuatro hijos. Ella sí que regresó a España donde pasaba temporadas. De hecho, asistió a la boda de la infanta Elena y murió en la capital también el día antes de Nochebuena en el año 1996. Cada año acudía a la reunión familiar que celebraba su cuñada María de las Mercedes, madre de Juan Carlos I. Y ese año, le dio un infarto y murió. Tenía 85 años.
Al final, ninguna de ellas fue portadora de la hemofilia. Su madre fue la última reina portadora en España.
Esta es la vida y circunstancias de las dos hijas de Alfonso XIII.