Los dos del pudridero

Los dos del pudridero

Los reyes españoles, cual dioses griegos, cuentan con su panteón.

El cementerio real español se llama Panteón de los Reyes y está en el monasterio de El Escorial. En él descansan los reyes de España y sus consortes, en el caso de las féminas, siempre que hayan parido herederos.

En el artículo de hoy hablamos de los dos del pudridero.

A partir de aquí, decide si prefieres seguir leyendo o mejor lo escuchas como podcast. Lo encontrarás en cualquiera de las plataformas de podcast como Historia en B/N, yo te dejo los enlaces de YouTube y Spotify.

Los monarcas y consortes, antes de descansar en este exclusivo lugar deben pasar un trámite obligatorio, un peaje: permanecer en el pudridero una media de entre 20 y 30 años.

El por qué te lo cuento ahora mismo. Así que no te marches todavía que el tema de hoy da para una novela negra.

Antes de descubrir quiénes son los dos del pudridero te diré qué es y para qué sirve.

Este lugar, que no puede tener un nombre más horroroso y que se encuentra en la cripta de El Escorial, tiene la función de reducir los cuerpos de los reyes y reinas hasta que quepan en las urnas de plomo de los sarcófagos del Panteón de los Reyes cuyo tamaño es de un metro de largo y cuarenta centímetros de ancho.

En el siglo XVII, el padre Santos dijo: «Eran reyes tan grandes en el mundo que para enterrarse querían un sitio pequeño».

Son muchas las leyendas e historias de terror que nos han llegado sobre este tétrico lugar que está cerrado a los turistas.

Siguiendo las mismas escaleras que conducen al Panteón Real, en el segundo descanso a la derecha hay una puerta de madera que da paso al penúltimo lugar en el que descansarán los reyes: el pudridero. Si no eres rey de España y estás muerto, tienes vetado el paso, así que no conocerás este sitio jamás.

Como las leyendas sobre esta habitación son tantas y tan variadas, para acabar con la rumorología, el bibliotecario de El Escorial, fray José Quevedo nos da datos sobre el pudridero.

Dice: «Son tres cuartos a manera de alcobas, sin luz ni ventilación ninguna. Luego que se concluyen los oficios y formalidades de entrega del real cadáver que ha de quedar en uno de los panteones, el prior, acompañado de algunos monjes ancianos, baja al panteón del cadáver acompañado de algunos albañiles y algunos otros criados».

Teniendo en cuenta que los dos últimos Borbones en despedirse de la Tierra fueron Alfonso XIII y su consorte Victoria Eugenia de Battenberg, en los años 1941 y 1969 respectivamente, su tiempo en el pudridero ya habría finalizado. El pudridero debería estar vacío, pero no es así. Por eso hoy te hablo de los dos del pudridero.

Hay que señalar que ningún miembro de esta pareja real pasó por este trámite, porque ambos murieron en el exilio. Alfonso en Roma donde fue enterrado y Victoria Eugenia en Suiza. Sin embargo, sus cuerpos regresaron a España por orden de su nieto Juan Carlos I para descansar eternamente en el lugar que les correspondía como reyes de España.

Pero el pudridero no está vacío, sino que cuenta con dos huéspedes. ¿Sabes quiénes son los dos del pudridero?

No te preocupes, no tienes por qué saberlo. Yo te lo cuento.

Los dos cuerpos que esperan a reducirse en dos de estas tres alcobas tan poco apetecibles son los padres de nuestro rey emérito. Ellos son la excepción. ¿Por qué digo esto? Muy sencillo, no reinaron nunca. El caso de don Juan de Borbón es curioso, hijo y padre de reyes, pero no fue rey. Su esposa María de las Mercedes, en consecuencia, tampoco lo fue. Aquí puedes leer sobre este tema.

En cambio, es deseo personal de Juan Carlos I que sean enterrados en el Panteón de los Reyes de España. Quizá quiere dar al cuerpo de su padre el lugar que le quitó en vida. No deja de ser curioso lo de este señor que está en medio de dos reyes, por arriba su padre Alfonso XIII y por debajo su hijo Juan Carlos I.

Digo esto porque, de los tres, sólo él sin haber reinado permanece en un lugar exclusivo para reyes. Un sitio en el que como curiosidad te diré que ni su padre estuvo por morir en el exilio y presumiblemente su hijo tampoco estará, porque una vez que los dos del pudridero salgan de él, ocuparán los dos últimos sarcófagos del panteón.

De modo que los dos últimos cuerpos que pasen por este trámite tan horroroso y arcaico del pudridero sean don Juan de Borbón y su esposa sin haber sido reyes.

Llama la atención esto, porque la previsión de Felipe II cuando mandó construir esta edificación, se quedó corta. Quizá no confiara en que la monarquía se prolongase tanto.

La cuestión es que cuando los dos del pudridero pasen al panteón, no habrá sitio para más reyes. La solución no sé si la tienen decidida en casa real (es ironía, ¡claro que la tienen pensada), pero pudiera ser la catedral de la Almudena.

Aquí ya espera otra reina, la esposa de otro Alfonso, el XII. Precisamente, fue él quien mandó construir la catedral para enterrar a su esposa que había fallecido sólo cinco meses después de la boda y, por tanto, no le dio tiempo a parir heredero. Como ya he dicho, esta era una condición para ocupar una plaza en el panteón.

El destino definitivo de los que vienen detrás ya se verá. De cualquier modo, tanto los eméritos como Felipe y Letizia podrían romper con la tradición del paso por el pudridero, puesto que, si no tienen como finalidad entrar en una urna minúscula para el cuerpo humano, pueden enterrarse como el común de los mortales.

Gracias también a fray José Quevedo conocemos cómo se lleva a cabo la ceremonia de entrega del cuerpo real. Nos dice que este lugar lo custodian desde 1885 los Agustinos y a él sólo tienen acceso cincuenta y un miembros de la comunidad. Antes de esa fecha se encargaban de esto los Jerónimos.

Atento que el ceremonial es tremendo y llamativo para nuestra época, pues comienza así: «Padre prior y padres diputados, reconozcan vuestras paternidades del cuerpo de (…) que conforme al estilo y la orden de su majestad que os ha sido dada voy a entregar para que lo tengáis en vuestra guarda y custodia».

Se levanta el acta de entrega y los agustinos conducen el cuerpo al pudridero, pero no creas que se abre una puerta y se ve el féretro en el que se consume el cuerpo, no. Está tapiado, es decir, levantan una pared para que tenga intimidad el finado y lleve a cabo su proceso con la mayor de las tranquilidades. Como imaginarás, esta idea es mía. Pero lo de la pared es cierto, al menos, así lo asegura fray Quevedo.

¿Qué reyes están allí enterrados?

En el Panteón Real descansan Carlos V, Felipe II, Felipe III, Felipe IV, Carlos II, Luis I, Carlos III, Carlos IV, Fernando VII, Isabel II, Alfonso XII y Alfonso XIII, así como las reinas que fueron madre de rey y el rey consorte Francisco de Asís, marido de Isabel II.

Sólo hay una excepción, la de Isabel de Borbón, primera esposa de Felipe IV y que murió sin dejar sucesor al trono, pero la enterraron en el Panteón por el interés que dedicó a su construcción.

Y fuera también hay excepciones:

Están ausentes los cuerpos de Felipe V y de su hijo Fernando VI, así como sus esposas, pues desearon ser enterrados en sus respectivas fundaciones de La Granja de San Ildefonso y del Monasterio de las Salesas Reales en Madrid. Y también la reina Mercedes de Orleans, esposa de Alfonso XII que ya te he dicho antes que está en la Almudena.

¿Sabías quiénes eran los dos del pudridero?

Espero que te haya gustado esta curiosidad de nuestra monarquía. Te espero para más historias de la Historia.

Puedes suscribirte rellenando las cajitas de aquí abajo para recibir cada viernes un nuevo artículo.

Formulario de inscripción
Loading

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies